
#yosoycollagistaenero
Título: La carencia.
Basado en un poema de Alejandra Pizarnik.
Yo no sé de pájaros, no conozco la historia del fuego. Pero creo que mi soledad debería tener alas.
(Collage digital. 2022)
Comenzamos el año con una nueva entrevista en Mujeres que cortan y pegan en el Blog “El collage tiene nombre de mujer” junto a Lorena Córdova, conectada desde Santiago de Chile, vamos a embarcarnos de nuevo en una conversación sobre el collage, las técnicas que lo rodean y su panorama actual. Buenas tardes Lorena bienvenida a nuestro blog. Para romper un poco el hielo cómo llegaste a la técnica del collage:
Bueno, soy diseñadora gráfica desde hace más de 30 años y siempre he estado vinculada principalmente al mundo editorial. Respecto al collage, tengo una historia larga pero interrumpida, se podría decir que he tenido momentos de cercanía y distancia, hasta hace un par de años (pandemia) en que nos volvimos a acercar y ya no nos soltamos.
Mi primer acercamiento fue mientras estudiaba Diseño Gráfico en la Universidad Católica de Valparaíso. Allí un querido profesor José Balcells llegó un día con un anuncio de revista de las plumas Mont Blanc. Ese semestre entero estuvimos estudiado la “metáfora gráfica” a través de la técnica del collage, todavía guardo algunos de esos trabajos.
Luego, como profesional, comencé a explorar el collage tipográfico un poco motivada por mi amor a las tipografías que como signo son esenciales en el mundo editorial. Pero, abandoné esta tendencia collagista hasta que hace algunos años atrás, aproximadamente en el 2017, decidí estudiar Ilustración.
En la experiencia constante de la generación de un layout y la diagramación de tantos textos como diseñadora, fue generando en mí una inquietud por desarrollar “el otro blanco”, aquel que le vale a la imagen y decidí estudiar ilustración en la Universidad Católica de Chile, donde conocí a mi gran maestra Leonor Pérez, ilustradora y collagista, quien dentro de muchas otras cosas me entregó ese conocimiento del collage cómo técnica de ilustración.
Ahí fue cuando establecí una relación más profunda con el collage, pero en un principio mis trabajos siempre eran a nivel personal e íntimo. Hasta que recibí mi primer encargo en la pandemia.

y ese necesita MUJERES

Venimos a plasmar otro mundo.
Es muy curioso, que durante la pandemia, muchas personas se pusieron en contacto con su parte creativa y artística, ¿Cuál fue tu primer encargo? Entiendo, que iba ligado a este momento de crisis.
El primer encargo fue una cosa increíble. Por aquel entonces me consideraba ilustradora, ahora ya me defino mucho más como collagista, y veía que algunas de las cosas que subía a mi perfil de Instagram( @lorenacordova.cl ) tenían buenos comentarios, gente interesada me preguntaba si vendía mis trabajos, hasta que por esta misma red social me contacto una antigua amiga también diseñadora gráfica, que para ese entonces trabajaba en el departamento editorial de la Biblioteca del Congreso Nacional.
Poniéndonos en contexto histórico, en ese momento teníamos como presidenta del Senado a Adriana Muñoz, la segunda mujer que ejercía ese cargo en nuestro país.
Y es costumbre que cada vez que se deja ese cargo, el presidente del senado deje como legado un libro. Generalmente estos libros están dentro del ámbito académico, y dentro de la tipología de memorias durante su mandato. Pero Adriana Muñoz, quiso dejar un libro que hablara de la mujer, el libro se titula: “Mujeres en tiempo de esperanza, crisis y pandemia“ un libro con una amplia y exhaustiva investigación. Además, lo quiso hacer en un formato distinto y llamo a un grupo de ilustradoras para que la obra tuviera otro tipo de lectura, que lo acercara más a la ciudadanía.
El libro trata del papel protagónico de la mujer en la sociedad en momentos de crisis. En tiempos de pandemia, era la mujer quien generaba estados comunes donde el barrio respondía al estado de crisis económica y social. Abarcando iniciativas como las ollas comunes que se enfrentaba a la hambruna directamente. Pero el libro también abarca la lucha en diferentes crisis como por ejemplo la paridad de género en el congreso.
Una vez entregada mis ilustraciones para “Mujeres en tiempo de Crisis y Pandemia”, volvieron a contactarme para que ilustrara el ensayo que había entregado Malucha Pinto, actriz y escritora, bajo el título Cartas a mi nieta, ensayo que formaba parte del proyecto. Para mí fue un verdadero honor, pero quise realizar el proyecto mediante el collage digital. En el ensayo, Malucha Pinto cuenta a su nieta la historia del feminismo y la lucha que han dado las mujeres desde el 8 de Marzo 1857 con las evoluciones de las fábricas textiles, hasta el 8M actual. En total fueron 5 collages digitales, y uno acabó siendo portada del libro.
A partir de ese momento mi inspiración es la realidad de la mujer, sintiéndome plenamente dedicada al collage.

Persigo lo perfecto / Para poder amar(..)
Queja. Alfonsina Storni
“Mi inspiración es la realidad de la mujer”, es una frase muy clave respecto como se aborda la técnica del collage hoy en día. ¿Cómo sientes tú el collage como técnica?
Según mi trayectoria profesional y de cómo llegué al collage, para mi es una técnica de ilustración cuyo lenguaje es la metáfora gráfica, hacer comprensible un texto a través de imágenes resignificadas, ya que desde mi punto de vista la imagen y la palabra siempre estan presentes. Para mí un collage que no ilustre un texto es como si fuese un cuerpo sin alma.
La base de mis creaciones es la palabra, y la búsqueda de esa inspiración puede ser diversa: desde una conversación, una frase leída, una canción o directamente la literatura. Hoy en día me estoy tomando en serio esa inspiración, prefiriendo la poesía como palabra para crear espacios oníricos y metafóricos, descontextualizar una imagen y ponerla en otra, para mi es poesía en sí misma.
Por otro lado es muy importante mi background de diseñadora gráfica. En mis trabajos también concibo el blanco gráfico como un elemento fundamental del oficio. El blanco gráfico completa, da espacialidad y ambienta la composición.
En la actualidad estoy incursionando en talleres literarios con Carmina Salas, literata, bordadora y collagista. Donde tenemos sesiones de lectura que después trasladamos al collage. Últimamente estoy profundizando en poetisas fallecidas como Teresa Wils Mont, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Alejandra Pizarnik.
Trato de leer, emocionarme y llevar esa emocionalidad al collage, resignificando elementos que construyan la metáfora de esa poesía.
Darle oportunidad a la literatura frente al collage, es darle un espacio más profundo, sacarlo de la técnica gráfica e ilustrativa y llevarlo a un nuevo lenguaje interpretativo.

La raíz de rosal (cuento). Gabriela Mistral.
Con lo cuál en tus collage aportas mayor profundidad a través de la literatura, pero muchas veces esos trabajos finales suelen ser producto de un largo proceso de estudio. Y en esa etapa esos estudios ¿gozan de más ligereza o espontaneidad?.
Claro, no quiere decir que todo tenga que ser profundo, también es importante jugar y crear ejercicios de cuaderno. Pienso que debe existir un equilibrio que combine ejercicios y estudios con trabajos más profundos. Hay que aprender a trabajar en cuaderno como ejercicio personal.
Bocetear es imprescindible, la idea gráfica de cómo voy a componer. En definitiva personalmente recomiendo mucho cuaderno. El collage debiese ser un proceso inductivo, al que se llega después de muchas pruebas. Así, cuando te enfrentas al collage ya tienes una idea preconcebida, vas probando y fragmentando. Yo fotografío el proceso y voy comprobando el desarrollo de la composición.
Además tengo la suerte de tener un grupo de amigas diseñadoras que son como mis hermanas, a las que les pido ayuda cuando el proceso no avanza. Esto es muy bueno porque se reciben nuevas y constructivas ideas.
Por otro lado a nivel de proceso, siempre intento tener algo planeado a la hora de crear, pero también existe ese azar y ahí entra también la humildad con el oficio porque la cabeza concibe una composición, pero los materiales pueden decir otra cosa.

espacio de revelaciones (…)
Revelaciones. Alejandra Pizarnik.
-Collage analógico-

en la que se está quieta.
(reflexión personal)
-Collage digital-
Según nos comentas nos hablas sólo del collage analógico, pero también utilizas collage digital, ¿qué diferencia encuentras entre ambas técnicas?
Ambas son técnicas de gran potencialidad. Pero son oficios y desafíos muy distintos. El collage analógico me lo tomo con más tranquilidad, utilizando bocetos, estudios… etc. Para mí, que trabajo mucho en computador es muy fuerte enfrentarse a que no exista cómo revertir una acción. Lo que queda pegado, queda en su sitio, lo que le otorga más autenticidad. Creo que esa faceta le da otro tipo de valor a la obra (hablo de valor económico, sino el valor como experiencia). Sin embargo, también valoro la improvisación e inmediatez del collage digital. La inmediatez, te exige ser original y no conformarte con las facilidades del programa y lógicamente mezclar ambas posibilidades, lo análogo con lo digital, siempre es un interesante desafío.
Creo y siento que si queremos que el collage sea considerado una expresión artística tan válida como otras, hay que tomarse este oficio con seriedad tranquilidad y mucha humildad. Para mi, es arte cuando puedes percibir en la obra el proceso creativo que hay detrás, además de todo lo que en sí, la obra pueda comunicar.

(Reflexión personal, en el jardín de mi madre)
(Estrelitzia, Flor de pájaro)
Vivimos un momento extraordinario donde tenemos plena accesibilidad a la hora de compartir los trabajos y conocer a personas que se dedican a expresarse a través de una técnica común, todo a través de las redes sociales. ¿Qué opinión te merece la relación entre arte y la mass media?
Las redes sociales te empujan a lo inmediato, y cuando uno busca el proceso creativo un poco más profundo, no es fácil estar siempre presentes. Por otro lado “el like”, aunque no lo reconozcamos, igual alimenta el ego. Personalmente no me gusta tenerlo como una exigencia, intento no esclavizarme.
Por otro lado hablar con otras personas sobre collage, es una experiencia muy inspiradora. De hecho, cuanto más he aprendido es cuando he estado en procesos colectivos.
Gracias a las redes sociales cotejamos nuestro trabajo y me sirve mucho la visión femenina colectiva. Me refuerza y me potencia, y así enriquezco mi trabajo.
Sin embargo al cotejar continuamente los trabajos con otras creadoras ¿Es posible que genere una contaminación visual, que acabe produciendo lenguajes artísticos reiterados?
El collage es una técnica accesible a todo el mundo. Pero la gracia de ella es que cada uno vaya construyendo la originalidad de un lenguaje propio para que tu trabajo tenga su propia identidad. Creo, que en gran parte, lo que nos inspira es lo que hace la diferencia y enriquece la diversidad de este mundo del collage.

Volviendo al plano físico. ¿Cuáles son los proyectos expositivos en los que has estado involucrada?
Este año que recién termina conocí agrupaciones importantes en el ámbito del collage como CECOLL ( @cecoll ), colectivo de collagistas que intenta visibilizar el trabajo que se está haciendo a nivel nacional. A través de ellos recibí en Septiembre una invitación a participar de la exposición “ Primaveus” sobre la mujer y la primavera. Fue muy interesante ver mi trabajo en conjunto con el de otras de 12 mujeres collagistas. En la inauguración pudimos reunirnos y se creó una energía muy potente.
En Mayo del 2023 participaré en la Antología del collage Chileno. Donde participo con ALBA, collage que nace del poema “Tu me quieres Alba” de la poetisa Alfonsina Storni. La exposición se realizará en la Sala Citylab, del Centro Cultural Gabriela Mistral, que está en el kilómetro cero de todas las protestas sociales así como de las manifestaciones artísticas actuales. Y me genera mucho orgullo exponer con otros 70 collagistas chilenos.
También está el colectivo Collage Chile (@collagechile), que es otra plataforma de difusión del collage nacional, fomentando infinidad de talleres y dando a conocer el trabajo de diferentes artistas. Y por supuesto destaco el colectivo literario “Escritas en papel” ( @escritasenpapel ), que se trata de un conjunto de personas que se reúnen a conocer mujeres escritoras de distintas épocas, las que por diversas razones no fueron reconocidas en su tiempo. Hoy en día les reconocemos en sus obras y lo trasladamos al collage.
Lo que ha resultado de esas instancias ha sido muy enriquecedor. Espero de esa forma ir reafirmando mi trabajo como collagista. Mi idea, es seguir con estos grupos colaborativos y como reto personal quiero este año realizar talleres de collage para poder compartir mi forma de ver este oficio y seguir aprendiendo.

Que sea azucena / Sobre todas, casta. / De perfume tenue. / Corola cerrada (…)
Ni un rayo de luna / filtrado me haya. / Ni una margarita / se diga mi hermana (…)
Tú me quieres alba. ALfonsina Storni.
“Escritas en papel” es un ejemplo palpable del colectivo como poderoso génesis creativo a favor de la visibilización de la mujer. Eso me lleva a una última pregunta, que ya hemos tocado antes: el collage como forma de darle voz a la mujer o como reflejo de su vida cotidiana. ¿Crees que puede ser un medio de reflejar la mujer de hoy en día?
Mi fuente de inspiración tiene que ver completamente con lo femenino y mi experiencia en el collage surge de ese cuestionamiento. También pienso que nuestras fuentes de material que son revistas o libros en desuso y ahí te das cuenta, al menos en revistas de mayor acceso, que lo más fotografiado siempre es la mujer y su cuerpo. Y cuando hablamos de collage y género nos enfrentamos a esa realidad. Es decir, es difícil encontrar imágenes de hombre normales, tan diversas como las encontramos de mujer. Yo que utilizo muchas revistas antiguas, el 80% de lo fotografiado son mujeres.
Re-contextualizar la cosificación de la mujer, darle otra vuelta de tuerca y darle otro significado es una de las habilidades estrella del collage, lo que me alucina. ¿Cómo no puede haber poesía en eso?
Personalmente pienso que el diseñador o el artista gráfico, no es el experto en la imagen como tal. Lo es cualquiera que sabe lo que quiere decir y con esa certeza se adueña de la imagen. Creo firmemente que cuando se tiene claro lo que se quiere decir, la imagen fluye por si sola. Y el ejercicio del collage te permite llegar a eso que tienes concebido, aunque el azar también haga lo suyo. El expertismo en la imagen, está condicionado por todo lo que traes antes de enfrentarte al blanco. Y en conclusión es lo que te hace llegar a ella.
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